
La semana está marcada por acontecimientos clave en el ámbito económico y financiero. Desde los movimientos en Wall Street hasta las presiones en el mercado de bonos y la incertidumbre sobre Tesla, analizamos los eventos que pueden definir el rumbo de la economía global.
1.Wall Street en máximos, pero hay cambios en liderazgo
El S&P 500 subió 1.5% en la semana, impulsado por la IA y mejores ganancias, pero con una rotación sectorial. Tecnología y semiconductores pierden fuerza. Trump aplazó aranceles recíprocos, lo que alivió al mercado, aunque la inflación alta generó volatilidad en los mercados de renta fija.
2. Bonos bajo presión: la Fed anticipa un solo recorte
Los bonos siguen 8% bajo su pico de 2020, marcando el mayor retroceso en la historia. A pesar de recortes, los rendimientos a largo plazo suben impulsados por expectativas de inflación y mayor deuda. Los diferenciales de crédito en los bonos más especulativos alcanzan el menor spread desde 2007, reflejando una fuerte búsqueda de riesgo.
3. Trump abre la puerta a negociaciones en Ucrania
Trump evalúa negociar el fin de la guerra en Ucrania, pero la incertidumbre es alta. Posibles escenarios incluyen un estancamiento, un acuerdo con garantías o un retiro del apoyo de EE.UU. El resultado podría afectar a los países emergentes y el mercado energético.
4. Ventas minoristas caen, pero el consumo resiste
Las ventas en EE.UU. cayeron 0.9% en enero, su mayor baja en dos años. Autos, muebles y materiales lideraron la caída, pero la revisión al alza de diciembre y el alza anual del 4.2% sugieren un consumo aún fuerte. El clima y los aranceles pudieron afectar el dato; sin embargo, aún no hay señales de estrés en los hogares.
5.Tesla bajo presión
La peor megacap del año en términos de desempeño sigue en caída. Con ventas débiles en mercados clave, algunos analistas estiman que el retroceso no ha terminado. Este desempeño contrasta con el optimismo en los mercados y refleja menor apetito por alto crecimiento
Nuestra Perspectiva
En un entorno de alta correlación entre activos tradicionales, diversificar más allá de los mercados públicos es clave. Alternativos como crédito privado, capital privado e infraestructura generan retornos diferenciados, reducen la volatilidad y ofrecen protección ante ciclos adversos.
Estos activos han mostrado resiliencia, capturando primas de iliquidez y aportando estabilidad ante correcciones del mercado. Además, su menor sensibilidad a la volatilidad diaria mejora el perfil riesgo-retorno y brinda oportunidades de ingresos estables en el tiempo.
Para inversionistas estratégicos, integrar alternativas no es solo una opción, sino una necesidad para construir portafolios más sólidos, adaptables y con mejor balance entre crecimiento y preservación de capital.
En Zentral, continuamos monitoreando estos eventos de cerca para ajustar nuestras estrategias y asegurar que el patrimonio de nuestras familias siga creciendo de manera sostenible y alineada con sus metas y sueños.